Animales en amenaza por la destrucción de hábitat, el comercio ilegal o el cambio climático

El tapir de montaña o tapir andino, conocido por habitar algunos bosques del norte del país, es una de las 389 especies que podrían desaparecer en el futuro más cercano. Así lo advierte el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre en el Libro Rojo de las Especies Amenazadas, el segundo en su tipo luego de 26 años. 

La publicación, presentada en julio del 2018 en la Feria Internacional del Libro de Lima, muestra un total de 64 especies en peligro crítico, además de 122 en peligro y 203 en estado de vulnerabilidad. La clase más afectada es la de los anfibios, que suman 120 especies con 33 de ellas en estado crítico.

Los nuevos hallazgos duplican en número a las 162 especies identificadas como amenazadas en 1991. Jessica Gálvez-Durando Besnard, directora de Gestión Sostenible del Patrimonio de Fauna Silvestre del Serfor, sostiene que esta diferencia no se basa necesariamente en un incremento del daño. Pareciera que hoy hay más especies , pero es porque hemos podido contabilizar más con el trabajo de 150 investigadores nacionales, de todas las regiones, y algunos internacionales”. En los últimos 41 años, las cifras conocidas de especies amenazadas se han triplicado y el investigador Víctor Pulido, quien firma el prólogo del Libro Rojo de Serfor, no oculta su preocupación.

“De 104 especies en 1977, cuando se publicó la primera clasificación, hoy se presentan 389. Víctor Pulido Capurro, especialista en fauna silvestre y director del Instituto de Investigación en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, lideró a inicios de 1990 la elaboración del primer libro sobre especies peruanas en vías de extinción. Porque muchas veces la fauna silvestre es un tema invisible frente a tantos problemas en el país que siempre se priorizan otros temas. De los 23 invertebrados estudiados, 13 son especies endémicas -es decir, únicas- del Perú.

Más de 40 años de amenazas

“Las principales causas son la pérdida de hábitat – por deforestación o fragmentación del territorio -, el tráfico ilegal de fauna y la presencia de especies exóticas de otros territorios.

La categorización de las especies amenazadas a nivel mundial son definidas por la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza , que es una entidad internacional dedicada a la conservación

“Todos los países de América del Sur, así como la gran mayoría del mundo, aprobaron a través del convenio de diversidad biológica las metas de Aichi, que tiene como una de sus metas conservar especies, a través de evaluaciones de las especies que están amenazadas, para protegerlas de la extinción”, explica a RPPData Arturo Mora, oficial senior del área técnica de UICN Sudamérica y especialista en lista roja de especies amenazadas. 

En particular, algunas especies que son más susceptibles a estos cambios – por ejemplo, los anfibios”, explica el especialista de UICN. Además, está el contrabando de especies en las fronteras. El contrabando de la especie por coleccionistas, la pérdida de hábitat debido a los asentamientos humanos y la agroindustria están poniendo en peligro la existencia de la rana ranitomeya summersi.

Por ejemplo, la Ameerega planipaleae es una especie de rana en peligro crítico por el desarrollo de la agricultura. La Ranitomeya summersi, otro tipo de rana en peligro, ha sido ubicada en el Cañón del Huallaga Central. El contrabando de la especie por coleccionistas, la pérdida de hábitats por varias actividades humanas como los asentamientos humanos y la agroindustria están poniendo en peligro su existencia. El mal uso de los suelos, así como la migración humana, ponen actualmente en peligro crítico al mono choro de cola lanuda, que vive en Amazonas y San Martín.

El director de Ciencias de la organización no gubernamental Fundación Mundial para la Naturaleza en Perú, José Luis Mena, recuerda que esta cantidad creciente de especies en peligro se encuentra bajo un contexto mundial. “Lo que se ha reconocido a nivel mundial es que estamos en un proceso que se le ha llamado la sexta extinción, que tiene que ver con la pérdida masiva de especies y, obviamente, nuestro país no está exento de eso”, explica. Además de estas causas, el especialista Víctor Pulido asegura que la ignorancia sobre la situación de estas especies es un factor que no ayuda a la conservación. “Para evitar la extinción silenciosa necesitamos más gente estudiando a las especies y lo que les está pasando.

El mal uso de los suelos y la migración humana ponen actualmente en peligro crítico al mono choro de cola lanuda de la región de San Martín y Amazonas.

Comercio y tráfico de fauna

En julio del 2018, la División de Medio Ambiente de la Policía Nacional del Perú intervino cinco puestos en el Centro Comercial Hierba Santa II, ubicado en el distrito limeño de La Victoria. Entender que esto no significa que la conservación esté en contra de los valores tradicionales o ritos que practiquen las comunidades, sino al mismo tiempo reconocer que estamos amenazando a nuestras especies”, explicó Mora. 

También están las especies de tortugas perseguidas por su carne o por servir como materia prima de productos. En nuestro país, el tráfico ilegal de especies de flora y fauna silvestres -esto es, la adquisición, venta, transportación, almacenamiento, importación, exportación o reexportación sin certificado válido- se castiga con tres a cinco años de cárcel y 180 a 400 días multa.

Además, la principal autoridad estatal encargada de la gestión y conservación de fauna y flora silvestres es el Serfor, servicio adscrito al Ministerio de Agricultura y Riego y fue creado en julio de 2011, con la promulgación de la Ley N 29763, Ley Forestal y de Fauna Silvestre. La directora de Gestión Sostenible del Patrimonio de Fauna Silvestre del Serfor, Jessica Gálvez-Durando Besnard, afirmó en entrevista con RPPData que, a siete años de funcionamiento, la entidad aún tiene problemas de consolidación. Otros actores que tienen el deber de contribuir a la conservación de especies son el Ministerio del Ambiente, a través de su Viceministerio de Gestión Estratégica, y la Policía Nacional, con investigación y operativos desde su División de Protección del Ambiente.